Ruta de 1 día descubriendo las Curiosidades y Secretos de Sevilla (Parte 1/2)



   Si tienen poco tiempo para visitar la capital hispalense la ruta que les propongo les permitirá pasar un día completo disfrutando de algunos de los más bellos rincones de la ciudad, conociendo sus secretos, y además, como no vamos a entrar en ningún sitio de pago salvo para tomar tapas y alguna que otra cruzcampo, se trata un paseo gratuito que espero disfruten. Al final del post les dejaré la ruta completa en google maps pero básicamente esta primera parte del día consistirá en un paseo desde Puerta Jerez, pasando por Calle San Fernando, el Prado, Parque María Luisa y Jardines de Murillo descubriendo algunos de sus secretos.

   Comenzamos el recorrido en Puerta de Jerez, que tiene parada de metro, o mejor dicho del metro ya que en Sevilla por ahora sólo hay una línea.

   Este lugar está plagado de historia y curiosidades, de hecho ya escribí una entrada completa de la zona por lo que para no repetirme mucho os remito a ella: Puerta Jerez.

   Por cierto no se vayan de Puerta Jerez sin buscar y ver la tumba escondida, creo es un buen introductor a la historia de Sevilla.

   Pueden leer todo lo que se necesita saber sobre ella en este otro post: La Tumba Escondida.

   Una vez descubierto todos sus secretos paseemos ahora por la calle San Fernando. Si han leído la tumba escondida ya sabrán de la gran importancia de este Rey Santo para la ciudad, así que pueden hacerse una idea de la importancia actual de esta calle. Y digo actual porque antiguamente esta calle estaba situada fuera de la muralla que rodeaba la ciudad, y además por aquí corría un arroyo, en aquella época afluente del Guadalquivir, llamado Tagarete y que la "liaba parda" con sus pestilentes aguas estancadas en verano y sus frecuentes inundaciones en invierno.

   Así las cosa, a mediados del XIX se decidió acabar con este problema, se encauzó y se entubó el arroyo y de esta forma la calle de San Fernando pasó a convertirse en una de las principales vías de Sevilla por la que transita diariamente cientos de personas, el moderno tranvía llamado Metrocentro y que está plagada de casas, bares, tiendas y restaurantes enfocados principalmente al turista.

   Como curiosidad os diré que si entran en algunos de estos bares y restaurantes podrán ver los restos de la antigua muralla de la ciudad, en concreto la muralla que rodea el Alcázar que se encuentra justo detrás.

   Por otro lado, las mayoría de las casas que pueden ver en la calle San Fernando son casa antiguas mejor o peor reformadas que se construyeron como vivienda para los trabajadores de la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla que es ese gran edificio situado al lado del Hotel Alfonso XIII que ocupa casi toda la parte sur de la calle.

   La Real Fábrica de Tabacos de Sevilla bien que se merece una o varias entradas en el blog, pero en esta, voy a conformarme con contaros algunas de sus curiosidades como por ejemplo tener el honor de ser la primera fábrica de tabacos que existió en Europa y uno de los edificios industriales más antiguos que se conservan . Hay quienes afirma que estamos ante la primera fábrica del mundo.

   Este majestuoso edificio sufrió de lo que yo llamo el síndrome de "Benjamin Button". Veréis, el edificio comenzó a construirse en 1728 y la producción se puso en marcha en 1758 estando completamente terminado en 1770. El problema es que la fábrica se diseñó en un principio para producir tabaco en polvo, pero en los treinta años que tardaron en ponerla en marcha los gustos cambiaron a tabaco de liar y la fábrica no estaba preparada al 100% para este propósito por lo que podemos decir que, era vieja incluso antes de nacer.

   Pero ¿por qué tardaron tanto en construirlo?, bueno sólo hay que fijarse en sus enormes dimensiones, de hecho se trata del tercer edificio más grande de España sólo superado por la Universidad Laboral de Gijón y El Escorial. Precisamente el "blogger viajero" del siglo XIX llamado Richard Fordhablaba de la Fábrica de Tabacos como "El Escorial Tabaquero".

   Otra curiosidad de la Fábrica es que está rodeada en tres de sus lados por un gran foso, el motivo es por seguridad, ya que como les he comentado, esta zona estaba situada extramuros y el tabaco se había convertido en una mercancía muy golosa, de hecho en esa época más de 100 recetas médicas tenían como base el tabaco. Tan codiciado era, que la Fábrica contaba con su propia cárcel para aquellos trabajadores que osaran siquiera llevarse aunque fuera una pizca: 
Llevan las cigarreras
en el rodete
un cigarrito habano
para su Pepe.
   Así las cosas, todos los trabajadores eran sometidos a un minucioso registro antes de abandonar la Fábrica, y aun así muchas veces a las pobres cigarreras las dejaban "limpias" nada más salir por la puerta y no precisamente por los guardas de seguridad de la fábrica, sino por sus propios maridos. Veréis, en la fachada que da a la calle San Fernando existía una muralla pero fue sustituida en 1861 por esta espectacular reja.

    Aquí se agolpaban, aparte de curiosos y viajeros para ver las cientos de mujeres salir, los maridos de las famosas cigarreras, para literalmente "robarles su sueldo" y gastárselo en las tascas de vino.

   Ademas de las presiones internas y externas, las cigarreras trabajaban a destajo durante muchas horas, por un salario inferior al de los hombre y soportando unas calores de aupa, pero a pesar de todo, el trabajo de cigarrera era muy deseado en la ciudad. Estas mujeres gozaban de privilegios muy por encima de muchos trabajos de la época, como por ejemplo el simple hecho de ser mujer trabajadora a principios del XIX, o de gozar de independencia económica del hombre. Además a medida que aumentaban en número también fueron ganando fuerza, y con ellas algunos beneficios sociales como horario flexible de entrada al trabajo, tiempo "libre" para poder amamantar a los bebés (que por supuesto se tenían que llevar a la fábrica), ausencias prolongadas por asuntos personales, y si bien en la fábrica existía una cárcel, también contaba con un hospital privado para sus trabajadores...

Foto Anónima Cigarreras finales del siglo XIX

   Ellas hacían piña, el problema de una era el problema del grupo, daban los trabajos más fáciles a las más viejas, se cubrían unas a las otras y protagonizaron las primeras protestas laborales femenina de la historia para la mejora de sus derechos. Estaban tan orgullosa de su trabajo que incluso salían a la calle con su traje de faena para ser reconocidas en toda la ciudad como cigarreras.

   Además fueron la base para un mito que se ha convertido en uno de los símbolos de nuestra tierra, el mito de Carmen, novela creada por Prospero Merimée en 1845 y que alcanzó fama internacional gracias a la ópera homónima de Bizet  ... ¿quién no ha escuchado alguna vez esta canción....
...o esta alegre marcha: pincha aquí ?.  

   Queda claro la importancia de Carmen para Sevilla, por eso no es de extrañar que la ciudad haya dedicado una estatua a la más famosa de las cigarreras. Eso sí, no se molesten en buscarla por los alrededores de la Real Fábrica de Tabacos sino que para verla deben ir al Paseo de Colón, en concreto a la altura de la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla.

   El motivo por el cual Carmen está mirando la Plaza de Toros lo entenderán fácilmente si conocen la historia de la famosa gitana, sino pueden leer un resumen del acto IV de la ópera aquí. De todas formas, nosotros debemos regresar a la Real Fábrica de Tabaco porque quiero hablarles de una curiosa leyenda que rodea a la escultura más llamativa que pueden ver en la portada del edificio.

   No se trata de un ángel como la mayoría de la gente piensa sino que es la representación de la Fama, una pregonera de los dioses a quien los artistas suelen representar tradicionalmente como una figura femenina, con alas y tocando una corneta que puede ser doble ya que representa la verdad y la mentira, lo bueno y lo malo. Aunque en este caso sólo hay una por lo que suponemos que es la corneta buena....faltaría más.

   Pues bien, según la leyenda algunas veces cuando las cigarreras entraban o salían de la Fábrica de Tabacos, bien solas o en grupos, la estatua hacía sonar su trompeta. Nadie supo nunca por qué sonaba la corneta de forma aleatoria en algunas ocasiones sí y en otras no.

   A mediados del siglo XIX, el edificio de la Real Fabrica de Tabacos se convirtió en la sede del Rectorado y algunas de las facultades de la Universidad de Sevilla, pues bien, cuentan que en los años 80 andaba un hombre mirando la Fama, cuando se le acercó un viejo y le preguntó que qué estaba haciendo. El hombre dijo que estaba esperando a que la Fama tocara la corneta, pero el viejo se echó a reír y le dijo que esperara sentado porque la Fama sólo toca la corneta por un motivo, y este motivo es por felicidad cuando una chica virgen traspasa la puerta...y ya hace 300 años que eso no ocurre...

   En fin, un poco machista la leyenda así que dejemos ya la Fábrica de Tabaco y sigamos caminando hasta el final de la calle San Fernando para llegar a la Plaza Don Juan de Austria y el Prado de San Sebastián. El pasado de este lugar es un claro ejemplo de la expresión popular "una de cal y otra de arena"... pero llevada al extremo. Me explico empezando por "la cal", bueno en realidad nunca sé si lo bueno es la cal o la arena...¡empiezo por la parte positiva de la historia vaya!...

   Veréis, en  la Plaza Don Juan de Austria pueden ver una rotonda muy transitada en cuyo centro hay una fuente. Esta fuente se llama la "fuente de las cuatro estaciones" porque tiene cuatro estatuas que representan las cuatro estaciones del año, pero muchos lugareños la conocen como "la fuente de la pasarela" porque esta situada en el mismo sitio en el que estuvo La Pasarela de hierro desde 1896 hasta 1921..

   Esta pasarela de hierro de 81 tonelada permitía cruzar a los peatones la calle sin interferir en el tráfico, pero lo más curioso es que como en este lugar, que como les he comentado antes estaba situado fuera de la muralla, se celebró la famosa Feria de Abril (desde 1847 hasta 1973),  la Pasarela se convirtió en la portada permanente de la Feria de Abril durante 25 años y como se había cogido cariño a La Pasarela, comenzó a instalarse anualmente una portada de entrada al recinto ferial, tradición que dura hasta nuestros días.

 Hasta aquí la parte buena, vayamos ahora a por "la arena" o parte negativa de la historia, y es que en esta zona estaba uno de los quemaderos de la Inquisición. Aquí traían, para su horrible final a los condenados desde la Plaza de San Francisco, que era donde se realizaban los autos de fe al más puro espectáculo romano, pero lo peor es que la Inquisición estuvo en Sevilla más de 300 años siendo la última condenada de la que se tiene constancia una tal beata Dolores  a la que quemaron precisamente en el Prado de San Sebastián en 1781, aunque eso sí, previamente había sido ajusticiada por "garrote vil". En el año 1809 fue derribado por fin el quemadero, pero sólo 38 años antes de que se instalase la Feria de Abril en el mismo lugar... ¿todavía piensas que somos mucho mejor que los antiguos romanos?...

   Como curiosidad os diré que la Feria se trasladó a Tablada en el 1973...y resulta que Tablada se llama así por los tableros que montaba la Inquisición para quemar a los herejes y es que esta zona también fue un quemadero en Sevilla por lo que existe una extraña relación entre la Feria de Abril y la Inquisición, ¿no creen?.

   Por suerte todo eso es historia pasada, y si pasean hoy en día por los jardines del Prado de San Sebastian podrán encontrarse un espacio verde que la ciudad suele dedicar a diferentes actividades. Por ejemplo si visitan la ciudad desde mediados de septiembre hasta finales de octubre podrán disfrutar del Festival de las Naciones,  una feria con productos de artesanía y comida de hasta 50 países del mundo de los 5 continentes amenizada con actuaciones musicales y de otros artistas para el disfrute de los visitantes. O por ejemplo si vienen en navidad podrán encontrar el llamado Gran Parque de Navidad , un mercadillo navideño con cabañas de artesanía, una pista de patinaje pequeña para niños y la mayor pista de hielo al aire libre de España para los adultos, junto con otras atracciones como una gran noria o carruseles.

   No me habré pegado tortas ya en la pista de las narices...Pero en fin, siguiendo nuestra ruta, lo mejor que pueden hacer ahora es darse una vuelta por la que es sin dudas la plaza más bonita de Sevilla y una de las más bonitas de nuestro país, La Plaza de España de Sevilla. A ella dedique todo un post para descubrir sus curiosidades y secretos así que os invito a que lo lean: La Plaza de España de Sevilla.

   Y cualquier visita a la Plaza de España debe ser acompañada obligatoriamente por un relajante paseo por el parque urbano preferido de los Sevillano el Parque de María Luisa. Este "central park" sevillano bien se merece descubrirlo con calma ya que está plagado de rincones preciosos ideales para pasear con los peques, hacer algo de deporte o incluso para instruirse ya que el parque acoge al Museo Arqueológico y el Museo de Artes y Costumbre Populares.

   Uno de los secretos oculto del parque es el storyboard de Don Quijote de la Mancha, un "comic" sobre la famosa historia del caballero andante hecho en cerámica. Si quieren saber dónde encontrarlo pinchen aquí.

   Tampoco dejen de buscar y subir a el Monte Gurugú con su cascada de agua, sus vistas mirador  y su densa vegetación es uno de los lugares mágicos del parque, además si eres un buscador geocaching en el monte encontrarás uno, seguro que también hay pokemon pero eso lo dejo para las nuevas generaciones.

   Hablando de nuevas generaciones, el lugar preferido del parque para los más pequeños y los no tan pequeños es el llamado estanque de la isleta de los patos

   En dicho estanque hay dos "islas", una exclusiva para las aves para que puedan descansar de tanto humano suelto, y otra para nosotros que es accesible mediante un pequeño puente. Pues bien, en dicha isleta podrán ver uno de los rincones más bonito del parque, un templo de planta hexagonal con arcos de herraduras conocido como el Pabellón de Alfonso XII y se trata de uno de lugares más antiguo ya que perteneció a los Jardines del Palacio de San Telmo que ya existía en este lugar antes de proyectarse el parque de María Luisa. Por cierto, los jardines del Palacio de San Telmo eran privado, y fue la infanta María Luisa quién los cedió a la ciudad, que los transformo en un lugar predilecto para sevillanos y quienes recuerdan el gesto de la infanta en el nombre del parque.

   Pero volviendo al templete, una curiosidad es que según la leyenda aquí fue donde el rey Alfonso XII se declaró a María de las Mercedes...

   Otra pequeña curiosidad de la Isleta de los Patos es que está rodeada de roca rústica plagada de restos de fósiles y conchas marinas.

   Y si además es usted un apasionado de los árboles probablemente aquí terminará su ruta porque el Parque de María Luisa cuenta con un itinerario botánico (aunque con unos carteles que están bastante deteriorados todo hay que decirlo) que les permitirá conocer algunas de las casi 100 especies diferentes de un parque que cuenta con más de 6.000 ejemplares, muchos de ellos monumentales. Si quieren descubrir algunos de estos majestuosos árboles les invito a que lean esta bonita entrada del blog Los Árboles Invisibles.

   Si embargo es hora de proseguir con nuestra ruta, y para ello volvamos sobre nuestro pasos hasta el Paseo de Catalina de Ribera para descubrir varias curiosidades. Por ejemplo una de las cosas que podréis ver muy cerquita de la ya conocida calle San Fernando es esta placa de azulejos, que tiene más de 45 años...

   Como pueden leer, esta placa nos dice algo que ya saben, que por aquí estaba la vieja Feria de Abril, y además nos remite a un artículo de gran poeta Gustavo Adolfo Bécquer que al parecer era un feriante de aupa. El artículo en cuestión se publicó el 25 de abril de 1869 y lo curioso del asunto es que Béquer, aunque alaba la magnificencia de la Feria, se quejaba de lo mucho que se había modernizado y a la vez perdido las tradiciones de la feria original...y eso que sólo habían transcurrido 22 años...¡¡¡si levantara la cabeza hoy en día¡¡¡¡

   Otro de los secretos que se esconde en el Paseo de Catalina un poco más adelante son un par de "bancos calendarios". Están hechos de obra alicatados y ya tienen casi los 100 años (y se nota la edad), pero lo curioso es que si se fijan en la zona inferior debajo del asiento, podrán ver un calendario con todos los meses del año en donde se aprecian dos niños realizando escenas típicas para cada mes...


 ...al fin y al cabo ¿quién no dedica un rato hoy en día a pisar uvas en octubre? jeje. Bueno, si siguen paseando, les llamará la atención un gran monumento situado a su derecha en el centro de los Jardines de Murillo, tiene 23 metros de altura y se trata, aunque no lo parezca a primera vista, de una fuente monumental dedicada a Cristobal Colón y realizada en año 1921.


   En Sevilla existen hasta 4 monumentos dedicados a Colón, al fin y al cabo sus restos descansan en la Catedral (polémicas aparte), pero lo curioso de este en particular, es que resulta complicado descubrir al protagonista del monumento. Arriba de las columnas hay un León que sostiene la bola del mundo, símbolo del Imperio Español, en el medio una carabela con los nombres de los Reyes Católicos a ambos lados y en la base está el escudo de los Reyes Católicos por un lado  y en el otro lado por fin un pequeño medallón con el retrato de Colón.

   Hay incluso una broma (sin mucha gracia la verdad)  que consiste en que cuando se le explica a un foráneo que este es un monumento dedicado a Colón, frecuentemente el de fuera suele preguntar: "Pero bueno ¿y donde está Colón?" a lo que se responde rápidamente que: "A Colón se lo comió el león".

   Después de este increíble chistaco, si siguen un poco más adelante, les volverá a llamar la atención otros monumentos gigantes, pero esta vez naturales ya que son varios ejemplares gigantes de árbol de las lianas o higuera australiana (Ficus Macrophilla)



   Estos espectaculares árboles invitan a fotografiarnos con ellos, no en vano uno puede perderse entre sus raíces y en Sevilla se han adaptado perfectamente al clima estando repartidos con éxito por varios puntos de la ciudad.

   Una curiosidad de esta especie es que de sus ramas brotan raíces aéreas o lianas (de ahí su nombre) que a veces conectan con el suelo formando verdaderas columnas. Otra curiosidad es que por su porte uno podría pensar que el árbol tiene mil años o incluso más, y sin embargo por la antigüedad de los jardines se cree que no son ni centenarios.

   Precisamente respecto a los Jardines de Murillo deciros que están situados junto a la muralla de los Reales Alcázares y de hecho formaba parte de los jardines privados del Rey hasta que fueron cedidos a la ciudad por el Rey Alfonso XIII en 1911, fecha en la que se construyó el muro que los separa de los Reales Alcázares.

   Como dato friki deciros que en los últimos años estos jardines han sido cerrado en varias ocasiones para favorecer el rodaje de distintas películas y series, la más famosa como no "Juego de Tronos", pero también recientemente ha cerrado para el rodaje de "Esmerald City", otra serie norteamericana basada en el "maravilloso mago del Oz" que se estrenará en el 2017.

   Bueno si han seguido la ruta hasta ahora se merecen un descanso, quizás tapear algo y tomar alguna que otra cruzcampo. Para ello les propongo que vayan al final del Paseo de Catalina de Ribera hasta la calle Cano y Cueto. En esta zona hay varios bares de tapas con terrazas muy agradables, escojan uno y repongan fuerzas para la segunda parte de nuestra visita que publicaré en unos días, mientras tanto os dejo con el recorrido completo.



   Nota: Dentro del Parque María Luisa no he establecido una ruta concreta, lo mejor es que lo exploren a aire.

   Espero que les haya gustado, un saludo.


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